domingo, 27 de agosto de 2017

Todos sufrimos de alguna obsesión

Todos sufrimos de alguna obsesión




Todos o casi todos en alguna ocasión nos hemos obsesionado, con algo o alguien, “eso es lo de menos”, es inevitable no poder dejar de darle vueltas a alguna preocupación o suceso, ya que este aparece en nuestra mente una y otra vez.

Cuando nos encontramos en ese estado de obsesión nuestros pensamientos se encuentran atrapados por una idea fija, en ocasiones, estas obsesiones o preocupaciones pueden ser dolorosas, incluso algunas nos dejan sin dormir. Por lo general este tipo de obsesiones pueden considerarse normales y tienden a desaparecer cuando el problema se soluciona y cuando se supera el acontecimiento que las está provocando.

Por lo que estas obsesiones que sufrimos no son importantes comparadas con otras que se sumergen en el oscuro mundo de la patología mental. Estas obsesiones tienen muchas formas de expresión: el orden o limpieza, el dinero, el cuerpo, una relación de pareja, etc.

Muchas personas ahora mismo poseen alguna obsesión y que no darían para ya no tenerlas, ya que no pueden dejar de tener un pensamiento que les genera malestar, a menudo nos encontramos pensando más de la cuenta en algo, sin poder para de darle vueltas al mismo tema.

Aunque está bien pensar en los problemas para encontrar posibles soluciones, es importante establecer una diferencia entre pensar de un modo constructivo y pensar en exceso.

¿Pero puedo usar esa obsesión a mi favor?
Cuando queremos que algo se haga de la mejor manera le dedicamos más tiempo de lo común, incluso lo hacemos con amor. Por lo que “es bueno en ocasiones obsesionarse en algo”, ¿pero que pasa si no sale como yo quiero?, si no encontramos la solución de algo es preferible parar y dejar descansar la mente.

¿Cómo sé que mi obsesión se pasó de lo “normal”?
si tus ideas solo te preocupan durante unos segundos y luego la desechas por absurda, no puede considerarse un trastorno, sino que se debe al funcionamiento normal de la mente humana, cuyo trabajo consiste en generar ideas continuamente, por lo que no es extraño que muchas de estas ideas sean absurdas.

Sin embargo, las personas con un trastorno obsesivo no son capaz de descartar las ideas absurdas o de diferenciar las ideas que hay que desechar, de las que vale la pena considerar y cuando más luchas contra ella, más fuerte se hacen, incluso está más invaden tu mente, y más ansiedad te produce. Por este motivo, no es difícil entender que tantas personas obsesivas desarrollen esas compulsiones o rituales para neutralizar la obsesión.

Si puedes logra calmar la angustia y no pasas por ninguno de los estados que se ha mencionado entonces no pasa nada malo.



Jefferson Auria

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