Todos sufrimos de alguna obsesión
Todos o casi todos en
alguna ocasión nos hemos obsesionado, con algo o alguien, “eso es lo de menos”,
es inevitable no poder dejar de darle vueltas a alguna preocupación o suceso,
ya que este aparece en nuestra mente una y otra vez.
Cuando nos encontramos en
ese estado de obsesión nuestros pensamientos se encuentran atrapados por una
idea fija, en ocasiones, estas obsesiones o preocupaciones pueden ser
dolorosas, incluso algunas nos dejan sin dormir. Por lo general este tipo de
obsesiones pueden considerarse normales y tienden a desaparecer cuando el
problema se soluciona y cuando se supera el acontecimiento que las está
provocando.
Por lo que estas
obsesiones que sufrimos no son importantes comparadas con otras que se sumergen
en el oscuro mundo de la patología mental. Estas obsesiones tienen muchas
formas de expresión: el orden o limpieza, el dinero, el cuerpo, una relación de
pareja, etc.
Muchas personas ahora
mismo poseen alguna obsesión y que no darían para ya no tenerlas, ya que no
pueden dejar de tener un pensamiento que les genera malestar, a menudo nos
encontramos pensando más de la cuenta en algo, sin poder para de darle vueltas
al mismo tema.
Aunque está bien pensar
en los problemas para encontrar posibles soluciones, es importante establecer
una diferencia entre pensar de un modo constructivo y pensar en exceso.
¿Pero puedo usar esa obsesión
a mi favor?
Cuando queremos que algo
se haga de la mejor manera le dedicamos más tiempo de lo común, incluso lo
hacemos con amor. Por lo que “es bueno en ocasiones obsesionarse en algo”, ¿pero
que pasa si no sale como yo quiero?, si no encontramos la solución de algo es
preferible parar y dejar descansar la mente.
¿Cómo sé que mi obsesión
se pasó de lo “normal”?
si tus ideas solo te
preocupan durante unos segundos y luego la desechas por absurda, no puede
considerarse un trastorno, sino que se debe al funcionamiento normal de la
mente humana, cuyo trabajo consiste en generar ideas continuamente, por lo que
no es extraño que muchas de estas ideas sean absurdas.
Sin embargo, las personas
con un trastorno obsesivo no son capaz de descartar las ideas absurdas o
de diferenciar las ideas que hay que desechar, de las que vale la pena considerar
y cuando más luchas contra ella, más fuerte se hacen, incluso está más invaden
tu mente, y más ansiedad te produce. Por este motivo, no es difícil entender
que tantas personas obsesivas desarrollen esas compulsiones o rituales para
neutralizar la obsesión.
Si puedes logra calmar la
angustia y no pasas por ninguno de los estados que se ha mencionado entonces no
pasa nada malo.
Jefferson Auria
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