lunes, 21 de agosto de 2017

voyerismo y la manera en que lo fomentan los medios basado en la teoría de la discursividad de Eliseo Verón.


Ensayo
Trastornos psicológicos del siglo XXI, aplicado al trastorno de voyerismo y la manera en que lo fomentan los medios basado en la teoría de la discursividad de Eliseo Verón.
Autores: 
Jefferson Auria 
Jipson Trejo
Introducción

     El voyerismo puede ser una tendencia, que podría llegar a convertirse en un trastorno, de cierta forma gran parte de las personas llegamos a tener esas conductas voyeristas, donde el sentirse atraído sexualmente observando a una persona es total mente normal y más si esta nos parece atractiva, hasta aquí no hay ningún problema, debido a que es común que reaccionamos ante cualquier estímulo erótico. Pero si dicha acción se llegara a generar en un consumo adictivo y compulsivo; ¿Que está sucediendo? si se llega al abuso se genera una desviación e incluso a una perversión.

     El estado emocional condiciona nuestras conductas, es decir ninguna decisión se toma sin emociones, pero ¿Cuál es el estado emocional en la que frecuentemente se encuentra el voyerista? El voyerista usualmente es una persona insegura, así como aislada, en la cual, el observar a las personas desnudas le produce placer, excitándose al espiar, logrando una erección, pero luego se genera un sentimiento de arrepentimiento, aun cuando no es descubierto, todo esto es ajeno a su voluntad, es decir, en su defensa se podría afirmar que hay un impulso interno que lo lleva a realizar dicha acción. Por lo cual el voyeur difícilmente acude por voluntad propia a resolver su problema.

     Dentro del DSM-5 se encuentran los trastornos parafílicos, es aquí donde encontramos el trastorno de voyerismo. Normalmente empieza en la adolescencia, el cual no solo se presenta en hombres sino también en mujeres, claro está que en los hombres se presenta en la mayoría de casos, pero últimamente las mujeres han comenzado a ganar terreno. Este acto de excitación mediante la observación hacia las personas mientras se desnudan o teniendo realizaciones sexuales, normalmente se ejecuta a escondidas con el fin de no ser descubierto, empiezan viendo a los vecinos incluso a sus familiares,  llegando a descuidar aspectos importantes de su vida donde más tarde se convierte en su método favorito de actividad sexual, es necesario mencionar que el voyerista suele no recurrir a agresiones o amenazas y prefiere el estar observando a generar una violación o abusar sexualmente, pero ello no quiere decir que no pueda convertirse en un abuso sexual, ya que se reprime tanto la libido que se puede llegar a dar e incluso se vuelve una forma de vida, volviéndose una rutina, involucrándose cada vez más en dicha actividad  ya que es una manera de obtener satisfacción sexual, la cual no es consensuada, esto se debe a que la actividad voyerista no implica ninguna actividad sexual posterior.

     Como ya se mencionó antes, dicha acción voyerista se inicia dentro de su entorno cercano (familia, vecinos), pero los medios de comunicación (internet, programas de televisión, publicidad) también pueden llegar a  fomentar dicha acción, provocando que se genere un consumo adictivo, compulsivo o anormal, donde la persona siente erotismo, el cual aun siendo sexualmente explícito no es claramente degradante ni violento, como al contrario de la pornografía degradante la cual también es explícita y se llega a poner por los suelos la imagen de las personas, normal mente de las mujeres, adolescentes e incluso niños. Todo esto se da, ya que se ofrece un espacio en el que se puede experimentar conductas sexuales desenfrenadas las cuales pueden resultar inaccesibles en la realidad del sujeto, ya sea porque la pareja no está disponible o porque el individuo se ve limitado o con cierta dificultad para iniciar o mantener relaciones de pareja, pudiendo experimentar dicha conducta, interactuando con otras personas sin tener que ejecutarse realmente dicha acción, facilitando ciertas formas de placer físico y emocional con personas lejanas y por lo general desconocidas.

Desarrollo

     Bajo la mirada de algunos profesionales de la psicología el voyerismo se da por experimentar placer de tipo sexual mediante la estimulación visual que el sujeto experimenta sin llegar a ser descubierto, una característica marcada que presenta un voyerista es la compulsividad, ya que por medio de este argumento justifica el hecho de no poder controlar sus actos en relación a espiar personas, debido a que no posee un autocontrol de sus acciones, pese a que luego experimente sentimientos de culpabilidad. ¿Se le puede considerar entonces a esta conducta compulsiva una adicción?

     La compulsividad se la puede denominar como la ausencia de la capacidad para controlar, decidir, detenerse o continuar con algo libremente (Schneider, 2005). Observamos entonces que la compulsividad no está relacionada directamente con una adicción, ya que esta se puede presentar en cualquier circunstancia independientemente de que la acción que la suscite sea una adicción, pero cuando esta conducta se repite muchas veces a pesar de que genera consecuencias negativas, se podría catalogar como una adicción. Algunos estudios sugieren que las adicciones de tipo sexual producen efectos similares en el cerebro como las que causan algunos tipos de sustancias (Schneider, 2005). Las personas con adicción al sexo usualmente presentan algunas conductas de tipo compulsivas. En consideración a todo esto surge una interrogante ¿Existe algún tipo de estímulo o medio por el cual el sujeto voyerista se vea fuertemente asediado e influenciado para incurrir en una conducta compulsiva que promueva en mayor cantidad su comportamiento voyeur?

     La teoría de la discursividad de Eliseo Verón analiza los fenómenos sociales comprendidos como un proceso de producción de sentido, es decir todo aquello que está inmerso en el carácter social, también nos da una visión en su libro “Construir el acontecimiento” donde postula que todo aquello que nosotros denominamos actualidad es un proceso productivo, comparable con otros procesos de producción que se dan en la sociedad, tales como producir un mueble, una casa, un producto comercial, es decir todo lo que se pueda vender y comprar, en ese sentido la construcción del devenir social en muchos ámbitos como lo comercial, social y hasta lo sexual está determinado por los medios de comunicación (televisión, radio, prensa e internet) por lo cual se refiere a los medios de comunicación como “Maquinas de producción de la realidad social”.

     Bajo esta perspectiva tanto los sujetos voyeristas como los que no lo son, están fuertemente expuesto a un sinnúmero de estímulos audiovisuales con connotaciones sexuales e implícitas que ofrecen los medios de comunicación desde la televisión hasta el internet. Refiriéndonos a la web específicamente, se puede encontrar en la vasta red del internet una cantidad enorme y variada de contenido sexual a disposición de los internautas, las 24 horas del día, los siete días de la semana y sin límite de acceso, en estos sitios web se expone a la sexualidad como un objeto de producción en masa, donde el usuario tiene la posibilidad de elegir entre una gama diversa de categorías según su orientación sexual o sus más bajos instintos, libre de supervisión o control alguno. Los usuarios reaccionan a estímulos sexuales no condicionados al sentirse fisiológica y sexualmente excitados (Fisher & Barak, 2006).
   
     El contenido explícito en internet ha logrado de cierta manera formar una desensibilización en las personas que consumen todo tipo de contenido como la pornografía degradante o agresiva, la mayoría de su audiencia o en este caso el sujeto voyerista busca placer a través de las imágenes virtuales que muestran las experiencias sexuales como un objeto simbolizado en un signo “el placer”. Los usuarios buscan cada vez más contenido de carácter fuerte y explicito que van desensibilizando sus reacciones primarias como la excitación y el placer, de esta manera se ha ido formando una audiencia que deriva a un cierto voyerismo dependiente.

     La era digital ha logrado diversificar el placer voyeur, en internet existen por ejemplo salones de charlas, donde los participantes buscan compartir aspectos íntimos de su vida generalmente de carácter sexual, en alguno de estos sitios incluso solo se accede mediante paga para ofrecer sus servicios completos. El tipo de producto que se vende en este voyerismo digital simplifica al mínimo la parte humana y social de los usuarios, representando con mayor énfasis sus aspectos más básicos y viscerales, con el único objetivo de promocionarlos y explotarlos dentro de su lógica comercial como un producto de alto consumo o mejor dicho de masas.

     En la era digital actual podemos evidenciar como se ofertan contenidos que satisfagan al consumidor voyerista, desde páginas web que presentan videos grabados por cámaras ocultas hasta personas que bajo su consentimiento permiten que su intimidad sea expuesta para mostrar todos sus aspectos. Se podría decir que cada individuo posee un modelo de excitación que es una consecuencia tanto de las condiciones biológicas como del aprendizaje (Carnes, 2005). Las principales problemáticas que más se presentan de un comportamiento excesivamente compulsivo en relación al consumo de contenido sexual por internet, se manifiestan en casos de depresión, aislamiento social, deterioro de la relación con el cónyuge o pareja, rendimiento laboral bajo, pérdidas financieras y hasta consecuencias legales (Scheider & Corley, 2005).

     Algunos especialistas aducen que las tendencias en este tipo de parafilias se hacen evidente entre los 20 a 40 años. Es común que las personas que sufren este problema durante la adolescencia tengan grandes dificultades para relacionarse socialmente con las personas del sexo opuesto que están dentro el rango de la misma edad, sin que ello se relacione con tener tendencias homosexuales. Estudios al respecto señalan que un adulto con este problema, revela que en su niñez y pubertad recibió estímulos visuales, auditivos o táctiles, que por razones variadas adquirieron particular significado para él o ella. Por ejemplo, en algunos casos su origen puede relacionarse con abuso sexual infantil, o con la prohibición cruel y reiterada para manifestar su curiosidad infantil en torno a temas sexuales.

     Mediante la investigación académica que hemos llevado y durante la creación de este trabajo se ha podido evidenciar como el internet proporciona el carácter de anonimato que un voyeur usualmente necesita, llegando esto a contribuir mucho más en el estado de compulsividad que genera el voyerismo, ya que en la web el sujeto encontrara a vista y paciencia diferentes estímulos audiovisuales que desencadenaran aún más sus rasgos estereotipados sobre lo sexual, pues en estos sitios se ofrece un abundante contenido explicito sin tener que existir un contacto real, que van desde escenas sexuales hetero, homosexuales, orgias y muchas otras de estas prácticas que son consideradas como perversiones. Particularmente, el inicio del voyerismo está asociado a la excitación sexual mediante la observación, tal vez casual, de un desnudo o una pareja, tratándose en muy alto porcentaje de los padres. (Raúl Serrano, 2016)

Conclusión

Durante la creación de este trabajo académico se ha podido evidenciar con facilidad, como el internet proporciona el carácter de anonimato que un voyeur usualmente necesita, llegando esto a contribuir mucho más en el estado de compulsividad que genera el voyerismo.

Los medios de comunicación (internet, programas de televisión, publicidad) ofrecen diferentes estímulos audiovisuales que desencadenan aún más los rasgos estereotipados sobre lo sexual, aportando al voyerismo pues en estos sitios se ofrece un abundante contenido explicito sin tener que existir un contacto rea


El voyerismo podría tener sus orígenes en las relaciones que los individuos hayan tenido con sus padres, debido a una exposición temprana de algún tipo de estímulo sexual, que podría haber generado dicha condición, la cual se ira manifestando posteriormente en la adolescencia

La compulsividad podría estar asociada directamente al voyerismo, en tanto los sujetos no presenten mayor control sobre sus acciones y a su vez las justifiquen refiriéndolas como un impulso no controlado.

Los sujetos voyeristas pueden presentar conflictos de relaciones sociales, y también de tipo emocional, tales conflictos van desde problemas de comunicación, aislamiento, hasta conflictos en ámbitos familiares y laborales, por lo cual su situación podría llegar a ser muy compleja. 


Referencias


american psichiatric association. (2014). manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales DSM5. Estados Unidos de America: EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA.
Carnes, P. J. (2005). Cybersex, courtship, and escalating arousa: factors in Aaddictive sexual desire, sexual addiction y compulsivity (Vol. 8).
Fanco, A. R. (2016). Trastornos psicologicos en el siglo xxi. madrid: reflecciones comillas.
Fisher, W. A., & Barak, A. (2006). Internet Pornographi: Asocial psychological perspective on Internet sexuality (4 ed.).
Orozco, J. D. (Marzo de 2001). Funlam Revistas edu. Obtenido de Voyeurismo: de la cerradura a la pantalla de la era digital: http://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/poiesis/article/view/1101/999
Osvaldo, D., Marro, M., Laura, M., & Vicente, K. (2005). Seis semiologos en busca de un lector (primera ed.). buenos aires, argentina: La Crujía.
Raúl Serrano, S. (2016). Voyeurismo. cuando mirar genera placer sexual. México. mexico. Recuperado el 18 de 08 de 20017
Scheider, J., & Corley, M. D. (2005). Disclouse of extramarital sexual activities by persons with addictive or compulsive sexual disorders.
Schneider, J. P. (2005). How to recognize the singns of sexual addiction: Ask-ing the right questions may uncover serious problems, postgraduate medicine- Sexual Addictin (Vol. 6).




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