Ensayo
Trastornos psicológicos del
siglo XXI, aplicado al trastorno de voyerismo y la manera en que lo fomentan
los medios basado en la teoría de la discursividad de Eliseo Verón.
Autores:
Jefferson Auria
Jipson Trejo
Introducción
El voyerismo puede ser una tendencia, que
podría llegar a convertirse en un trastorno, de cierta forma gran parte de las
personas llegamos a tener esas conductas voyeristas, donde el sentirse atraído
sexualmente observando a una persona es total mente normal y más si esta nos
parece atractiva, hasta aquí no hay ningún problema, debido a que es común que
reaccionamos ante cualquier estímulo erótico. Pero si dicha acción se
llegara a generar en un consumo adictivo y compulsivo; ¿Que está sucediendo? si
se llega al abuso se genera una desviación e incluso a una perversión.
El estado emocional condiciona nuestras
conductas, es decir ninguna decisión se toma sin emociones, pero ¿Cuál es el
estado emocional en la que frecuentemente se encuentra el voyerista? El
voyerista usualmente es una persona insegura, así como aislada, en la cual, el
observar a las personas desnudas le produce placer, excitándose al espiar,
logrando una erección, pero luego se genera un sentimiento de arrepentimiento,
aun cuando no es descubierto, todo esto es ajeno a su voluntad, es decir, en su
defensa se podría afirmar que hay un impulso interno que lo lleva a realizar
dicha acción. Por lo cual el voyeur difícilmente acude por voluntad propia a
resolver su problema.
Dentro del DSM-5 se encuentran los
trastornos parafílicos, es aquí donde encontramos el trastorno de voyerismo. Normalmente
empieza en la adolescencia, el cual no solo se presenta en hombres sino también
en mujeres, claro está que en los hombres se presenta en la mayoría de casos,
pero últimamente las mujeres han comenzado a ganar terreno. Este acto de
excitación mediante la observación hacia las personas mientras se desnudan o
teniendo realizaciones sexuales, normalmente se ejecuta a escondidas con el fin
de no ser descubierto, empiezan viendo a los vecinos incluso a sus familiares, llegando a descuidar aspectos importantes de su
vida donde más tarde se convierte en su método favorito de actividad sexual, es
necesario mencionar que el voyerista suele no recurrir a agresiones o amenazas
y prefiere el estar observando a generar una violación o abusar sexualmente,
pero ello no quiere decir que no pueda convertirse en un abuso sexual, ya que se
reprime tanto la libido que se puede llegar a dar e incluso se vuelve una forma
de vida, volviéndose una rutina, involucrándose cada vez más en dicha actividad
ya que es una manera de obtener satisfacción
sexual, la cual no es consensuada, esto se debe a que la actividad voyerista no
implica ninguna actividad sexual posterior.
Como ya se mencionó antes, dicha acción voyerista
se inicia dentro de su entorno cercano (familia, vecinos), pero los medios de
comunicación (internet, programas de televisión, publicidad) también pueden
llegar a fomentar dicha acción,
provocando que se genere un consumo adictivo, compulsivo o anormal, donde la persona
siente erotismo, el cual aun siendo sexualmente explícito no es claramente
degradante ni violento, como al contrario de la pornografía degradante la cual
también es explícita y se llega a poner por los suelos la imagen de las
personas, normal mente de las mujeres, adolescentes e incluso niños. Todo esto
se da, ya que se ofrece un espacio en el que se puede experimentar conductas sexuales
desenfrenadas las cuales pueden resultar inaccesibles en la realidad del sujeto,
ya sea porque la pareja no está disponible o porque el individuo se ve limitado
o con cierta dificultad para iniciar o mantener relaciones de pareja, pudiendo
experimentar dicha conducta, interactuando con otras personas sin tener que ejecutarse
realmente dicha acción, facilitando ciertas formas de placer físico y emocional
con personas lejanas y por lo general desconocidas.
Desarrollo
Bajo la mirada de algunos profesionales de
la psicología el voyerismo se da por experimentar placer de tipo sexual
mediante la estimulación visual que el sujeto experimenta sin llegar a ser
descubierto, una característica marcada que presenta un voyerista es la
compulsividad, ya que por medio de este argumento justifica el hecho de no
poder controlar sus actos en relación a espiar personas, debido a que no posee
un autocontrol de sus acciones, pese a que luego experimente sentimientos de
culpabilidad. ¿Se le puede considerar entonces a esta conducta compulsiva una
adicción?
La compulsividad se la puede denominar
como la ausencia de la capacidad para controlar, decidir, detenerse o continuar
con algo libremente (Schneider, 2005) . Observamos entonces
que la compulsividad no está relacionada directamente con una adicción, ya que
esta se puede presentar en cualquier circunstancia independientemente de que la
acción que la suscite sea una adicción, pero cuando esta conducta se repite
muchas veces a pesar de que genera consecuencias negativas, se podría catalogar
como una adicción. Algunos estudios sugieren que las adicciones de tipo sexual
producen efectos similares en el cerebro como las que causan algunos tipos de
sustancias (Schneider, 2005) . Las personas con
adicción al sexo usualmente presentan algunas conductas de tipo compulsivas. En
consideración a todo esto surge una interrogante ¿Existe algún tipo de estímulo
o medio por el cual el sujeto voyerista se vea fuertemente asediado e
influenciado para incurrir en una conducta compulsiva que promueva en mayor
cantidad su comportamiento voyeur?
La teoría de la discursividad de Eliseo
Verón analiza los fenómenos sociales comprendidos como un proceso de producción
de sentido, es decir todo aquello que está inmerso en el carácter social,
también nos da una visión en su libro “Construir el acontecimiento” donde
postula que todo aquello que nosotros denominamos actualidad es un proceso
productivo, comparable con otros procesos de producción que se dan en la
sociedad, tales como producir un mueble, una casa, un producto comercial, es
decir todo lo que se pueda vender y comprar, en ese sentido la construcción del
devenir social en muchos ámbitos como lo comercial, social y hasta lo sexual
está determinado por los medios de comunicación (televisión, radio, prensa e
internet) por lo cual se refiere a los medios de comunicación como “Maquinas de
producción de la realidad social”.
Bajo esta perspectiva tanto los sujetos
voyeristas como los que no lo son, están fuertemente expuesto a un sinnúmero de
estímulos audiovisuales con connotaciones sexuales e implícitas que ofrecen los
medios de comunicación desde la televisión hasta el internet. Refiriéndonos a
la web específicamente, se puede encontrar en la vasta red del internet una
cantidad enorme y variada de contenido sexual a disposición de los internautas,
las 24 horas del día, los siete días de la semana y sin límite de acceso, en estos
sitios web se expone a la sexualidad como un objeto de producción en masa,
donde el usuario tiene la posibilidad de elegir entre una gama diversa de
categorías según su orientación sexual o sus más bajos instintos, libre de
supervisión o control alguno. Los usuarios reaccionan a estímulos sexuales no
condicionados al sentirse fisiológica y sexualmente excitados (Fisher
& Barak, 2006) .
El
contenido explícito en internet ha logrado de cierta manera formar una desensibilización
en las personas que consumen todo tipo de contenido como la pornografía
degradante o agresiva, la mayoría de su audiencia o en este caso el sujeto
voyerista busca placer a través de las imágenes virtuales que muestran las
experiencias sexuales como un objeto simbolizado en un signo “el placer”. Los
usuarios buscan cada vez más contenido de carácter fuerte y explicito que van
desensibilizando sus reacciones primarias como la excitación y el placer, de
esta manera se ha ido formando una audiencia que deriva a un cierto voyerismo
dependiente.
La era digital ha logrado diversificar el
placer voyeur, en internet existen por ejemplo salones de charlas, donde los
participantes buscan compartir aspectos íntimos de su vida generalmente de
carácter sexual, en alguno de estos sitios incluso solo se accede mediante paga
para ofrecer sus servicios completos. El tipo de producto que se vende en este
voyerismo digital simplifica al mínimo la parte humana y social de los
usuarios, representando con mayor énfasis sus aspectos más básicos y
viscerales, con el único objetivo de promocionarlos y explotarlos dentro de su
lógica comercial como un producto de alto consumo o mejor dicho de masas.
En la era digital actual podemos
evidenciar como se ofertan contenidos que satisfagan al consumidor voyerista,
desde páginas web que presentan videos grabados por cámaras ocultas hasta
personas que bajo su consentimiento permiten que su intimidad sea expuesta para
mostrar todos sus aspectos. Se podría decir que cada individuo posee un modelo
de excitación que es una consecuencia tanto de las condiciones biológicas como
del aprendizaje (Carnes, 2005) . Las principales
problemáticas que más se presentan de un comportamiento excesivamente compulsivo
en relación al consumo de contenido sexual por internet, se manifiestan en
casos de depresión, aislamiento social, deterioro de la relación con el cónyuge
o pareja, rendimiento laboral bajo, pérdidas financieras y hasta consecuencias
legales (Scheider & Corley,
2005) .
Algunos especialistas aducen que las
tendencias en este tipo de parafilias se hacen evidente entre los 20 a 40 años.
Es común que las personas que sufren este problema durante la adolescencia tengan
grandes dificultades para relacionarse socialmente con las personas del sexo
opuesto que están dentro el rango de la misma edad, sin que ello se relacione
con tener tendencias homosexuales. Estudios al respecto señalan que un adulto
con este problema, revela que en su niñez y pubertad recibió estímulos
visuales, auditivos o táctiles, que por razones variadas adquirieron particular
significado para él o ella. Por ejemplo, en algunos casos su origen puede
relacionarse con abuso sexual infantil, o con la prohibición cruel y reiterada
para manifestar su curiosidad infantil en torno a temas sexuales.
Mediante la investigación académica que
hemos llevado y durante la creación de este trabajo se ha podido evidenciar
como el internet proporciona el carácter de anonimato que un voyeur usualmente
necesita, llegando esto a contribuir mucho más en el estado de compulsividad
que genera el voyerismo, ya que en la web el sujeto encontrara a vista y
paciencia diferentes estímulos audiovisuales que desencadenaran aún más sus
rasgos estereotipados sobre lo sexual, pues en estos sitios se ofrece un
abundante contenido explicito sin tener que existir un contacto real, que van
desde escenas sexuales hetero, homosexuales, orgias y muchas otras de estas
prácticas que son consideradas como perversiones. Particularmente, el inicio
del voyerismo está asociado a la excitación sexual mediante la observación, tal
vez casual, de un desnudo o una pareja, tratándose en muy alto porcentaje de
los padres. (Raúl Serrano, 2016)
Conclusión
Durante
la creación de este trabajo académico se ha podido evidenciar con facilidad,
como el internet proporciona el carácter de anonimato que un voyeur usualmente
necesita, llegando esto a contribuir mucho más en el estado de compulsividad
que genera el voyerismo.
Los
medios de comunicación (internet, programas de televisión, publicidad) ofrecen diferentes
estímulos audiovisuales que desencadenan aún más los rasgos estereotipados
sobre lo sexual, aportando al voyerismo pues en estos sitios se ofrece un
abundante contenido explicito sin tener que existir un contacto rea
El
voyerismo podría tener sus orígenes en las relaciones que los individuos hayan
tenido con sus padres, debido a una exposición temprana de algún tipo de
estímulo sexual, que podría haber generado dicha condición, la cual se ira
manifestando posteriormente en la adolescencia
La
compulsividad podría estar asociada directamente al voyerismo, en tanto los
sujetos no presenten mayor control sobre sus acciones y a su vez las
justifiquen refiriéndolas como un impulso no controlado.
Los
sujetos voyeristas pueden presentar conflictos de relaciones sociales, y
también de tipo emocional, tales conflictos van desde problemas de comunicación,
aislamiento, hasta conflictos en ámbitos familiares y laborales, por lo cual su
situación podría llegar a ser muy compleja.
Referencias
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mentales DSM5. Estados Unidos de America: EDITORIAL MEDICA PANAMERICANA.
Carnes, P. J. (2005). Cybersex,
courtship, and escalating arousa: factors in Aaddictive sexual desire, sexual
addiction y compulsivity (Vol. 8).
Fanco, A. R. (2016). Trastornos
psicologicos en el siglo xxi. madrid: reflecciones comillas.
Fisher, W. A., &
Barak, A. (2006). Internet Pornographi: Asocial psychological perspective
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Orozco, J. D. (Marzo de
2001). Funlam Revistas edu. Obtenido de Voyeurismo: de la cerradura a
la pantalla de la era digital:
http://www.funlam.edu.co/revistas/index.php/poiesis/article/view/1101/999
Osvaldo, D., Marro, M.,
Laura, M., & Vicente, K. (2005). Seis semiologos en busca de un lector
(primera ed.). buenos aires, argentina: La Crujía.
Raúl Serrano, S.
(2016). Voyeurismo. cuando mirar genera placer sexual. México. mexico.
Recuperado el 18 de 08 de 20017
Scheider, J., &
Corley, M. D. (2005). Disclouse of extramarital sexual activities by
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Schneider, J. P.
(2005). How to recognize the singns of sexual addiction: Ask-ing the right
questions may uncover serious problems, postgraduate medicine- Sexual
Addictin (Vol. 6).
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